Evacuación soluciones para evacuar las aguas residuales y pluviales de los edificios

La instalación de un buen sistema de alcantarillado y drenaje de aguas residuales y pluviales es esencial para garantizar un sistema de saneamiento duradero y resistente. La norma NF impuesta a las tuberías interiores no es suficiente para estas tuberías instaladas en el exterior. Las tuberías que se entierran deben soportar el peso de la tierra y la compresión causada por el paso de vehículos si no quieren deformarse.

El papel de un sistema eficiente de aguas residuales

Las aguas residuales y pluviales generadas por los edificios o viviendas deben evacuarse mediante sistemas homologados, eficientes y separados (dos redes paralelas). Cada tipo de agua se conduce hasta el alcantarillado (colectores exteriores). Cuando la red de alcantarillado es colectiva, el colector recoge las aguas y las redistribuye a la red colectiva.

Si el sistema no está conectado a la red pública, un sistema autónomo (generalmente una fosa séptica o una fosa totalmente de agua) recogerá y pretratará el agua, antes de esparcirla en el suelo directamente en la parcela. De acuerdo con las recomendaciones de la DTU64.1, el esparcimiento en el terreno permite utilizar el suelo como sistema de depuración y dispersión.

Soluciones para el drenaje de aguas residuales y pluviales

Estas tuberías de drenaje se entierran bajo tierra y pueden requerir muchos metros de instalación. Muy diferentes de las tuberías internas (norma NF Me), que están diseñadas para dilatarse en caso de incendio para frenar su propagación, las tuberías de drenaje externas deben soportar una intensa presión mecánica y no deformarse, para soportar el peso de la tierra y los vehículos.

Además de una gama más tradicional, ATE Drenaje ofrece tuberías reforzadas de diámetro 100 SN4 y SN8, muy resistentes a los esfuerzos mecánicos. Para garantizar una instalación resistente y duradera, ATE también ha desarrollado un sistema de unión de diámetro 100.

Los tubos de drenaje reforzados de la gama Sancol y sus uniones reforzadas permiten adaptarse a los movimientos del terreno manteniendo una estanqueidad perfecta. Además, su embalaje optimizado evita que se deformen durante el transporte. Estas características reducen la necesidad de revisión y mantenimiento.